Los gastos de viaje o viáticos son una de las deducciones más comunes, pero también una de las más revisadas por el SAT debido a su potencial de abuso. Para que sean 100% deducibles, deben cumplir con una serie de reglas específicas que van más allá de solo tener el CFDI.
Primero, la regla de oro: el viaje debe ser por motivos de negocio y realizarse a más de 50 kilómetros del domicilio fiscal de la empresa. Los gastos dentro de esa circunferencia no se consideran viáticos.
Segundo, los límites diarios. Para alimentación, el tope deducible es de $750 pesos diarios por persona en territorio nacional. Para que este gasto sea válido, debe pagarse obligatoriamente con una tarjeta de crédito, débito o de servicios a nombre de la empresa. No aplica para pagos en efectivo.
Tercero, el hospedaje y el transporte (avión, autobús) no tienen un límite de monto, pero sí exigen dos cosas: que el CFDI esté a nombre de la empresa y que el pago se haya realizado por medios electrónicos. Para la renta de automóviles, el límite es de $850 pesos diarios.
Finalmente, es indispensable que los CFDI de todos estos gastos se emitan a nombre de tu empresa. Un comprobante a nombre del empleado, aunque el viaje sea de trabajo, no será deducible para la compañía.