La fecha límite para presentar el
pago provisional de junio se acerca rápidamente (día 17), y con la presión del
cierre, es fácil pasar por alto detalles cruciales. Presentar la declaración
mensual no se trata solo de cumplir con una fecha, sino de asegurar que la
información sea correcta y coherente para evitar futuras revisiones del SAT.
Este es el momento de hacer una pausa y repasar los puntos clave.
El primer paso fundamental es la
conciliación de ingresos. No basta con sumar los CFDI emitidos. Es vital cruzar
esa información contra los depósitos registrados en tus estados de cuenta
bancarios. Los sistemas automatizados del SAT son expertos en detectar
discrepancias entre lo facturado (CFDI) y lo realmente percibido (depósitos).
Asegúrate de que cada ingreso esté debidamente justificado y facturado para no
levantar alertas.
En segundo lugar, valida tus
deducciones. No todos los gastos son deducibles, incluso si tienes un CFDI.
Verifica que cada factura cumpla con los requisitos: que el uso del CFDI sea el
correcto, que el método de pago corresponda (especialmente en operaciones PPD
con su complemento) y, lo más importante, que el gasto sea estrictamente
indispensable para tu actividad. Una deducción improcedente es uno de los
ajustes más comunes en las auditorías.
Finalmente, revisa tu historial.
¿Tienes saldos a favor de IVA de periodos anteriores que puedas acreditar?
¿Realizaste algún pago de lo indebido que puedas compensar? Omitir estos saldos
a tu favor es, literalmente, regalarle dinero a la autoridad. Un buen cierre
mensual implica también una optimización de tu carga fiscal aprovechando los
beneficios que la ley te permite.