En la operación diaria de un
negocio, es común necesitar ajustar una venta ya facturada. La herramienta
fiscal para esto es la nota de crédito, formalmente conocida como CFDI de
Egreso. Este comprobante sirve para restar o anular el valor de una factura
(CFDI de Ingreso) emitida previamente, pero es crucial usarlo solo en los
escenarios correctos para evitar inconsistencias.
El uso más común de una nota de
crédito es para amparar devoluciones de mercancía. Si un cliente te regresa un
producto que ya le habías facturado, emites una nota de crédito por el valor de
esa mercancía para anular ese ingreso en tu contabilidad. Otro uso frecuente es
para aplicar descuentos o bonificaciones después de haber emitido la factura
original, ajustando así el precio final.
Fiscalmente, la nota de crédito
tiene un efecto de deducción para quien la emite, ya que disminuye sus ingresos
acumulables. Para quien la recibe (el cliente), disminuye el monto del gasto
que había registrado. Es fundamental que en el CFDI de Egreso se relacione el
folio fiscal (UUID) de la factura de ingreso original que está siendo afectada.
Un error común es usar una nota
de crédito para "cancelar" una factura de una operación que nunca se
concretó. El procedimiento correcto en ese caso es una Cancelación de CFDI con
el motivo "03 - No se llevó a cabo la operación". Usar una nota de
crédito incorrectamente puede generar discrepancias en tus registros contables
y en los del SAT.