Dentro
de las propuestas de la Miscelánea Fiscal 2026, destaca una de carácter técnico
pero con un profundo impacto en la estructura financiera de los grandes grupos
corporativos. Se trata de una propuesta para limitar la deducción de los
intereses netos del ejercicio que excedan un determinado porcentaje de la
utilidad fiscal ajustada, una medida alineada con la Acción 4 del plan contra
la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS) de la OCDE.
El
objetivo de esta regla es combatir las estrategias de "capitalización
delgada", donde las empresas de un grupo se endeudan excesivamente con
partes relacionadas (en lugar de recibir aportaciones de capital) para generar
intereses deducibles y así erosionar la base fiscal en México. La propuesta
busca establecer un tope a esta práctica.
La
mecánica propuesta sugiere que los intereses netos que excedan el 30% de una
"utilidad fiscal ajustada" (un concepto similar al EBITDA fiscal) no
serán deducibles en el ejercicio en que se generen. Esto obligará a las
empresas a realizar un cálculo anual muy específico para determinar si parte de
sus intereses pagados se volverán no deducibles.
Aunque
la propuesta contempla la posibilidad de acreditar los intereses no deducidos
en los siguientes ejercicios, esta medida sin duda requerirá que las empresas
con alto apalancamiento financiero revalúen sus políticas de endeudamiento. Es
un cambio complejo que refleja la tendencia global hacia una mayor
fiscalización de las operaciones entre compañías de un mismo grupo.