¿Gasto o Inversión? Cómo Deducir Correctamente los Activos Intangibles

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Publicado el 12/09/2025

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Cuando tu empresa paga por un servicio, generalmente lo deduce como un gasto en el mismo mes. Pero, ¿qué pasa cuando pagas por algo que no es físico pero que generará beneficios a futuro, como el desarrollo de una marca, la compra de una patente o la creación de un software? Estos son activos intangibles y su tratamiento fiscal es diferente.

A diferencia de un gasto operativo que se deduce de inmediato, los activos intangibles se consideran una inversión. Esto significa que su costo no se deduce en un solo momento, sino que se amortiza (el equivalente a la depreciación para lo intangible) a lo largo de varios años, aplicando una tasa porcentual sobre el monto original de la inversión.

La Ley del ISR establece tasas de amortización específicas para distintos tipos de activos intangibles. Por ejemplo, los gastos de investigación y desarrollo se amortizan a una tasa del 15% anual, mientras que las marcas y patentes se amortizan al 5% anual. Esto significa que el costo de adquirir una patente se recupera fiscalmente a lo largo de 20 años.

Es crucial identificar y registrar correctamente estos activos en tu contabilidad. Clasificar erróneamente una inversión intangible como un gasto directo del mes es un error que el SAT puede detectar en una revisión, lo que llevaría al rechazo de la deducción mal aplicada y a la obligación de corregir, con sus respectivas actualizaciones y recargos.

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